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Vivienda en Urbanización Quinta de los Molinos, FrAncisco SilvÁn CorrAl ArquitecturaDeInterior FrAncisco SilvÁn CorrAl ArquitecturaDeInterior Cuartos pequeños
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Vivienda en Urbanización Quinta de los Molinos, FrAncisco SilvÁn CorrAl ArquitecturaDeInterior FrAncisco SilvÁn CorrAl ArquitecturaDeInterior Cuartos pequeños

Compartimos una de sus creaciones ubicada en la urbanización Quinta de Los Molinos, una zona residencial privada en el interior de Madrid.

La decisión de vivir en un ático dúplex derrocha un increíble atractivo. No sólo resulta el refugio soñado, sino que también es perfecto para ser adaptado. Los dueños, dos personas jóvenes dedicadas al mundo de la televisión y la publicidad, encontraron en este espacio el lugar ideal para echar raíces. A pesar de que el ático estaba dotado de una ubicación privilegiada y permitía un gran juego de luz natural, ellos anhelaban reformas que dieran a su vivienda color, un aire retro, y que reflejara la nostalgia que uno de los propietarios sentía por el estilo árabe de su tierra natal. Asimismo querían que su casa invitara al descanso.

Apostamos por un estilo muy limpio y definido en cuanto a la arquitectura. Respecto a la decoración, nos cuenta: “Es una mezcla de un estilo racionalista con ciertos toques retro”. Este estilo es muy usado en las tendencias modernas. A grandes rasgos se define por la extrema sencillez en los detalles y la búsqueda de una estrecha relación entre interior y exterior, por eso recurre a los ventanales y al cristal, ya que la luz es un elemento clave en la estética de las casas racionalistas. Los materiales se presentan sin revestimiento y predominan los muros con contrastes de todo tipo, tanto en texturas como en tonalidades. Sobresale la ausencia de objetos decorativos sin funcionalidad concreta. El artista creó cada estancia bajo estas premisas.

Llaman la atención las pinceladas de color en las diferentes áreas. Nos inclinamos hacia una paleta neutra con detalles de color en la tapicería: “El neutro siempre relaja el espíritu, y los toques de color alegran el alma”. De ahí que en la recámara principal el foco de atención fuera el fucsia, que en la sala el protagonista fuera un espejo espectacular dorado sobre una pared en color grafito, y que en la cocina el naranja se distinguiera del negro del mobiliario. Desde el punto de vista artístico los artículos decorativos y la tapicería hacen de la vivienda un lugar único y diferenciado.

El mobiliario que reviste el ático es una mezcla del estilo clásico de los años 60 y 70. Para lograr la estética en la decoración de todos los espacios decidió una combinación de estilos occidental y oriental, pero siempre desde un punto de vista contemporáneo. Bajo esta idea, “los colores, formas y texturas se fundieron creando un espacio espectacular y al mismo tiempo relajado”, asegura el experto. Cabe mencionar que el flujo natural de luz en cada una de las estancias contribuyó al éxito, pues brinda una sensación de alegría que invita a estar en paz en una gran ciudad.

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