Cuando a uno le dicen Playa, rápidamente podemos ver el azul del mar bajo un despejado cielo, junto a la cálida arena, bañándose de una intensa luz amarilla que ilumina el día. El relajante sonido de las olas, empieza a susurrar nuestros oídos, mientras que nuestro cuerpo comienza a percibir una temperatura refrescante, del viento pasar. Si bien el proyecto se encuentra en una tercera fila, alejada de la playa y los espacios intºmemoria logramos conectar a las personas con la playa y captar los mismos ingredientes de ella, para que el escenario se repita y el resultado sea el mismo.