Desde la entrada al condominio avizoramos una casa completamente mimetizada con el entorno.
Debía ser un lugar de pleno descanso, en contacto máximo con la naturaleza obteniendo una vista panorámica; además de ser funcional y brindar comodidad a los ocupantes, en especial a los invitados o cuando se realizara alguna reunión social. Cuenta con áreas sociales (sala, comedor, terraza, cocina, bar); áreas privadas (cuartos de baño, dormitorios), y zona de servicio. El juego de volúmenes; diferentes niveles que van desde tres hasta cinco metros de altura es otro factor que juega a favor de tal percepción.
Otro detalle que nos acerca piel a piel con la ruda naturaleza son las rocas integradas como paredes en el largo pasadizo que conduce a los dormitorios. Para estar a tono con lo rústico, se ideó que algunas paredes se asemejaran lo más cercano al adobe y piedra, lo cual se ha logrado con una técnica especial.
En cuanto a la decoración, la mezcla de estilos aporta a la calidez del ambiente donde uno se siente como si estuviera en su propio refugio de campo.