La sala se abre en la esquina, gracias a la terraza perimetral, ofreciendo unas vistas panorámicas del skyline de New York.
Los diferentes espacios se potencian gracias al espacio que se genera al rededor con mucha luz natural. Se crean espacios abiertos tanto en el interior de la vivienda como hacia el exterior. La ausencia de una excesiva decoración crean una armonía y belleza entre el entorno y el interior haciendo que ambos resalten de manera única.