Una casita de juguete a escala real: arquitectura para los más pequeños

Marisa Alcore Marisa Alcore
La Casita / Playhouse, Anna & Eugeni Bach Anna & Eugeni Bach Dormitorios para niños: Diseños y decoración
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Un encargo muy especial realizado por unas personas muy importantes ponen la primera piedra o, mejor dicho, el primer listón de madera de esta casa de madera. Su tamaño reducido se adapta a la escala de sus  usuarios: una casita para que los niños jueguen. Un sueño hecho realidad: cuatro paredes que encierran el mundo interior de estos pequeños donde cualquier clase de aventura es posible.

Conozcamos más sobre este proyecto de Anna & Eugeni Bach que tiene como emplazamiento un entorno familiar privilegiado: la granja de sus abuelos. 

Rodeada de manzanos

Situada en un emplazamiento idílico, junto a una granja en Finlandia, y rodeada de manzanos, los arquitectos Anna & Eugeni Bach contruyen esta casita. Casita, en diminutivo, porque se trata de un proyecto encargado por pequeños clientes: sus propios hijos. Dos semanas duró la ejecución, por ellos mismos, de esta casa que, aparte de para jugar, sirvió de ejemplo para mostrar que con esfuerzo y dedicación los sueños pueden ser construidos.

En contra de la tradición

Se compone de dos volúmenes que le dan la vuelta al concepto arquetípico de casa: dos módulos con cubierta inclinada se colocan en paralelo de manera que la cubierta se lee en forma de uve. Esta composición abstracta exterior se contrapone con la percepción del espacio interior: un tradicional tejado a dos aguas conforma el espacio interior.

Madera: el material principal

La madera supone el material predominante de esta casa; sólo dos chapas de acero galvanizado dan forma a los vierteaguas. La estructura y los suelos se realizan a partir de los abetos de la propia granja, cerrando así un ciclo familiar: los bisabuelos plantaron los árboles de donde los abuelos cortaron la madera que los padres utilizaron para construir la casita de sus hijos. El exterior se pinta en franjas de diferentes anchos dándole a la construcción un aspecto feriante.

Una escala real reducida

La construcción de esta casita está basada en los sistemas tradicionales de construcción de un granero: los listones de madera que dan forma a las fachadas se separan la distancia de un clavo permitiendo la constante ventilación de lugar; además, para la cubierta se emplea la superposición de listones ranurados para evitar que el agua se filtre en el interior.

Un mundo infantil hecho realidad

Un espacio en doble altura, uno de altura reducida y un altillo componen el interior de este proyecto. El primero de estos permite la entrada de los adultos a este mundo infantil, los otros dos están creados para dejar volar la imaginación.

Diferentes espacios en el interior

Un espacio onírico constituye, en definitiva, este casita. En los 13,5 m² que recogen estos muros de madera, los niños disponen de una casa real reducida, de un castillo medieval o una casa de muñecas a escala reducida: su propia escala.

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