Una terraza es un sitio abierto, ubicado en algún lugar de la casa y desde el cual se puede contemplar el paisaje, ataviado con mobiliario para descansar y convivir. Puede encontrarse en el patio mismo o en un nivel más alto y en ese caso debe proveer protección con barandales o muros.
Si bien una terraza no requiere necesariamente de sofisticadas estructuras para disfrutarse, su construcción es el pretexto ideal para desbordar ideas y creatividad. Y la terraza que conoceremos hoy es el ejemplo perfecto de que, con mucho ingenio y un buen diseño, una simple plataforma puede convertirse en una exhibición de sofisticadas estructuras, ricas maderas, espacios deslumbrantes y un sinfín de ambientes. ¡Toma nota!
Lo más acogedor de esta terraza es la chimenea, frente a la cual se ubica un espacio amplio para colocar sillones de jardín, un comedor, una barra larga o puffs tirados por el suelo para disfrutar de divertidas tertulias.
La chimenea consta de una estructura de concreto revestido en piedra laja color chocolate, y la torre se eleva sobre la estructura de madera. A un costado se encuentra una barra de bar con una alacena superior y parrillas para colocar botellas y copas. Un espacio listo para convertirse en el protagonista del lugar.
La zona de la chimenea se complementa con una barra de bar y una alacena superior, pero además con una breve encimera que ayuda a que funcione como cocineta. De esta forma pueden organizarse mejor las comidas al aire libre, las bebidas refrescantes de la tarde o las copas de vino por la noche.
Al centro de la estancia, una plataforma de madera delimita virtualmente la zona y se corona con una delicada lamparita de estilo japonés.
La gama de colores oscila entre el crema de los muros, el marrón claro del piso, la madera rojiza de la estructura y el chocolate de la piedra, creando una atmósfera muy familiar y acogedora.
Sobre la estructura de trabes del cielo descansa una serie de tablillas estrechas que le dan un sentido de ligereza y libertad a la cubierta, protegiendo los interiores con una lámina de policarbonato opaco sobre toda la madera. De esta forma se recibe un poco de luz solar, se protege de la intemperie y el clima y se mantiene la ventilación natural.
Una de las zonas sin cubierta cuenta con una banca y jardineras construidas especialmente para el espacio. La madera rojiza toma la forma de jardinera triangular para después convertirse en banca, después en jardinera larga y finalmente en banca, permitiendo una interacción cara a cara entre los seres queridos.
Esta instalación sobre uno de los antepechos podría ser la estructura previa a un parasol, la base de un toldo o la rejilla para enredar alguna otra planta trepadora que deje caer sus ramas y flores desde arriba. Cualquiera de las opciones suena maravillosa si sirve para embellecer el lugar.
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La cubierta de una parte de la terraza se conforma de trabes unidas a una trabe mayor lateral, que a su vez descansa sobre columnas de madera que bajan hasta un antepecho de concreto. La panorámica se abre hacia todos los ángulos y ciertas zonas están protegidas además con una celosía de madera sobre la que puede enredarse una linda planta trepadora, colgarse macetas de suculentas o cubrirse de lucecitas de noche para el invierno.