Una simple mano de pintura puede cambiarle la cara a la casa. Si además nos animamos a pintar con nuestras propias manos el resultado será gratificante por partida doble.
Encarar por nuestra cuenta la pintura de la casa puede resultar un tanto intimidante y paralizador, pero con un poco de planificación veremos que la cosa resulta más sencilla de lo que parece.
Lo más conveniente es empezar por un ambiente chico y secundario, para después pasar a los espacios más amplios y a los ambientes principales de la casa.
Como primera medida hay que desocupar la habitación a pintar tanto como nos sea posible. Si quedaron muebles y objetos que no podemos reubicar hay que tomarse el trabajo de cubrirlos completamente; aunque tome algún tiempo, siempre es más fácil evitar manchar las cosas que tener que limpiarlas después.
Alistar los materiales necesarios antes de empezar:
Hacer una lista y tener disponibles todos los materiales y herramientas que vamos a necesitar nos agilizará mucho el trabajo. Es realmente incómodo y contraproducente tener que interrumpir la pintura porque nos quedamos sin aguarrás, o no tenemos el pincel angosto para terminar un detalle.
Escalera/s. Pinceles de distintos tamaños, rodillos y espátulas. Enduido y/o cemento rápido. Pinturas, fijadores y diluyentes. Recipientes para la pintura y varillas para mezclar. Papel de diarios, cartón, nylon. Guantes de látex, esponjas y trapos. Cinta de enmascarar. Lijas gruesas y finas.
Tip: para pintar cielorrasos recomendamos especialmente usar pintura especial para techos, parece lo mismo pero no lo es: la pintura para techos tiene una consistencia especial que facilita su aplicación y hace que salpique mucho menos que una pintura regular para paredes.
Una vez despejado el espacio y alistados los materiales llega el turno de preparar todas las superficies que vayamos a pintar: techo, paredes, marcos y aberturas. Remover la pintura descascarada, enmendar con enduido o cemento rápido las imperfecciones, lijar, limpiar y secar.
Esta etapa es quizás la menos agradable y la más cansadora, pero es imprescindible preparar bien las superficies antes de pintar; gran parte del resultado final depende de esta etapa del proceso.
Para terminar con las preparaciones y antes de agarrar el pincel:
Cubrir bien el piso (sugerimos usar cartón corrugado) y enmascarar con cinta todos los bordes de zócalos, pisos, marcos, unión de paredes y techo. Lleva su tiempo pero el resultado es más prolijo y se ahorra tiempo al pintar.
Tip: opten por una buena cinta de enmascarar, de uso profesional, y retírenla tan pronto como se haya secado la pintura.
Una vez que las superficies están en condiciones, y antes de empezar con la pintura, recomendamos muy especialmente realizar una imprimación de las paredes: por desconocimiento o apuro muchas veces se pasa por alto este paso que consiste en tratar la superficie para que ésta responda mejor a la aplicación posterior de pintura. Esto se hace colocando fijador; se aplica como la pintura pero es bastante más rápido y fácil. En paredes nuevas o muy porosas se recomienda aplicar dos manos, en paredes ya pintadas con una mano es suficiente.
Una pared tratada con fijador:
* absorbe menos pintura
* la pintura queda más pareja y homogénea
* la aplicación de la pintura resulta más sencilla y agradable
* el resultado final es más profesional
Para no ahogarnos en este mar infinito de posibilidades que es el color, como primera medida debemos plantearnos cuál es el efecto buscado: si queremos reforzar determinado estilo de decoración, o si estamos intentando que un ambiente oscuro resulte más luminoso, o que un espacio pequeño parezca más amplio, o si queremos crear un ambiente sereno y relajante.
Con nuestro objetivo bien claro ahora sí podemos investigar acerca de las diversas teorías del color y lanzarnos a la búsqueda de nuestra paleta ideal.
Si quieren un poco de inspiración les proponemos echar un vistazo a los proyectos del estudio de arquitectura de Silvana Valerio, donde el uso del color juega un rol protagónico en la decoración de todos los ambientes.
Podemos pintar con brocha, rodillo o soplete.
Para las paredes interiores, nuestra sugerencia es pintar con pintura al látex, utilizando rodillo. Para los bordes y detalles: pinceles planos, de distinto ancho según la necesidad.
La brocha es más indicada para pintar paredes exteriores al agua o blanquear medianeras con pintura a la cal; trabajos que requieren menos precisión.
Pintar con soplete puede parecer más rápido y sencillo a primera vista, pero hay que tener en cuenta dos cosas: por un lado la herramienta debe ser de muy buena calidad, de uso profesional; no todas las que hay en el mercado dan buen resultado. Por otra parte, utilizar el soplete requiere de cierta destreza; para quien nunca ha pintado le resultará mucho más rápido y sencillo familiarizarse con el rodillo que con el soplete.
Prácticas, alegres y cancheras; las paredes pizarra son tendencia. Empezaron a verse en los restó de estilo hippie chic y descontracturado y pronto ganaron espacio en los hogares, especialmente en cocinas y escritorios.
¡Una pared pizarra en la casa es muy fácil de lograr! Las técnicas y los pasos a seguir son los mismos que para pintar cualquier pared; sólo es necesario utilizar pintura pizarrón (se consigue en cualquier pinturería). Conviene aplicar dos manos como mínimo, y mejor si son tres.
Y ahora que ya vieron que pintar la casa es relativamente sencillo no se pierdan este Especial Living: 10 ideas de color maravillosas.
¿Se animan a pintar su casa? ¡manos a la obra!