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Pareja perfecta, el blanco y negro en la decoración es un clásico que se adapta a todos los estilos de la decoración, desde los más modernos hasta los más tradicionales. Su contraste entre luminosidad y oscuridad, funcionalidad y elegancia nunca pasan de moda.
En nuestro artículo de hoy lo vemos aplicado a una lujosa vivienda de 250 metros cuadrados donde un diseño ecléctico y con aire vanguardista se apoya en la combinación de estos dos colores consiguiendo de esta forma un resultado sofisticado y elegante. Se trata de un proyecto de la decoradora de interiores Belén Sueiro que descubrimos paso a paso en este libro de ideas.
Comenzamos esta visita por el salón, un espacio que muestra las directrices que van a marcar el resto del interiorismo de la casa. Aquí cada pieza ocupa un lugar determinado y todo encaja como las piezas de un rompecabezas. La comodidad es la premisa principal: un sofá blanco, un diván negro y una butaca en gris. La gama de colores marca la paleta de este proyecto. El estilo clásico de algunos elementos, como las cortinas o la chimenea, se mezcla con detalles más modernos, como la original mesa de centro, la auxiliar o los cuadros sobre el sofá.
El salón está unido al comedor, donde nos encontramos con una de las piezas fundamentales de la vivienda: la escalera, convertida en la columna vertebral en torno a la cual se organiza todo. Encajonada entre paredes de vidrio, que incrementan su diseño ligero, en esta escalera la madera de la huella parece flotar en el espacio y permite hacerla menos invasiva, aunque la fuerza de su presencia en la habitación es innegable.
Como decíamos al principio, la combinación de blanco y negro tiene cabida en un salón con aire más clásico, como el que veíamos en la primera fotografía, o en una cocina de tono más futurista, como la que vemos sobre estas líneas. Al contrario de lo que suele ser habitual, en esta cocina se han decantado por un pavimento blanco y un revestimiento negro. Estamos acostumbrados a que cuando se combinan ambos colores el blanco suele ser el mayoritario, sin embargo, en esta cocina el equilibrio entre ambos es notable.
Subimos ahora a la planta superior y nos colamos en el dormitorio principal, que nos envuelve con sus paredes revestidas de negro. Una cama con dosel de madera aporta la nota cálida a una habitación donde el glamour está presente incluso en los pequeños detalles: los budas en las mesillas de espejo, los cojines de plumas o la colcha plateada.
Siguiendo la línea marcada en dormitorio, el cuarto de baño se deja llevar por el mismo espíritu lujoso y sofisticado de este. Concebido como un espacio para disfrutar, estamos en la recámara del verdadero cuarto de baño, una especie de sala de espera donde se ha antepuesto la estética a la funcionalidad, creando un ambiente que parece sacado de un hotel de lujo.
Nos olvidamos ya de la combinación de blanco y negro, puesto que en esta amplia casa hay sitio para todo. El vestidor busca la intimidad y por eso se trata de un espacio más recogido y acogedor, lo que se consigue, en parte, gracias a la iluminación de la habitación.
Terminamos en el dormitorio de invitados, un espacio abuhardillado en el que se el aprovechamiento del espacio es máximo. Por un lado, se ha ubicado una cama en lo alto, generando así un espacio inferior que sirve par crear un cuarto de baño propio. Por otro, justo bajo la ventana se esconde un espectacular jacuzzi. ¿Alguien da más?
Aquí se acaba nuestro recorrido por esta vivienda, pero te proponemos que sigas este paseo bicromático por el artículo Decoración en blanco y negro: la pareja perfecta.
