En este libro de ideas les mostraremos cómo incorporar un comedor de diario o desayunador en la cocina. Los diseñadores de cocinas saben muy bien que este es un espacio que se convierte en el corazón del hogar. Casi sin darnos cuenta pasamos muchísimos ratos allí y se trata de un lugar en el que la familia se reúne constantemente.
Es por esta razón, que tener un espacio, aunque sea pequeño, nos hará mucho más fácil y agradable pasar más tiempo en la cocina, nos simplificará la vida a la hora de las comidas, ya que podemos dejar el comedor principal para ocasiones más formales y creará un rincón donde pasaremos ratos inolvidables solos o en familia.
Acompáñennos a conocer estas cocinas que incorporan con muchísimo éxito un pequeño comedor de diario.
En esta cocina se eligieron las sillas y la mesa con mucho ingenio: la mesa redonda con una sola pata es ideal para no obstaculizar el paso. Las sillas transparentes con patas tipo Eiffel
son livianas y etéreas, evitando convertirse en una presencia demasiado sólida y maciza en un recinto pequeño.
En esta cocina lineal, la barra angosta tiene el espacio suficiente para que coman 4 personas, y al mismo tiempo no se roba demasiados metros. La superficie brillante y la estructura metálica reflejan la luz y aportan brillo.
Esta estructura, similar a una isla, se llama península porque se encuentra unida a la pared. Al colocarle encima una superficie de un tamaño mayor que se extienda hacia afuera, ya tenemos una mesa perfecta para un desayunador.
En este caso, la isla de concreto en el medio de la cocina deviene en una mesa de comedor que cómodamente alberga a 8 comensales. Un ejemplo excelente de cómo optimizar el espacio.
Una mesa alta con taburetes que podamos guardar bajo la mesa cuando no están en uso, es una solución perfecta para cocinas largas y angostas. En este espacio, se ubicó la mesa junto a la ventana, para poder disfrutar de la luz natural y la vista.
En esta cocina, el comedor de diario se resolvió construyendo un banco empotrado en la pared de la ventana, una forma de aprovechar el espacio. Una mesa ovalada y cuatro sillas, completan este encantador rinconcito.
Esta península de buena altura, separa la cocina de las áreas sociales, mientras que al mismo tiempo habilita una superficie que puede utilizarse para comer utilizando sillas altas.